Transformación
Cultural
La cultura de una organización es inherente a cualquier empresa y se forma como resultado del equipo y la forma en que hace negocios. Su visión del mundo, sus valores y creencias son parte de esta cultura de marca y es la manera en la que la compañía se comunica internamente y establece contacto con el exterior, diferenciándose así del resto y cohesionando a sus trabajadores para posicionarse en el entorno. Entender y definir la propia cultura de marca contribuye a darle personalidad a la organización y establecer una estrategia de posicionamiento.
¿Por qué la
necesitamos?
Una mala cultura de marca no solo puede traer problemas en el funcionamiento de equipos de trabajo interno, sino también en la coherencia del posicionamiento de marca hacia el exterior. Un cambio de cultura adecuado es una excelente herramienta para construir compromiso, acordar una filosofía de gestión, motivar al personal y facilitar la socialización. Así los mensajes internos se reflejarán en las creencias de los empleados y estos lo transmitirán con coherencia hacia el cliente final.
¿En qué
consiste?
1
Revisar los valores fundamentales
Lo primero es echarles un vistazo a los pilares fundamentales que se establecieron al comienzo. Los valores, la misión y la visión de futuro son parte de esta cultura de marca y hay que revisarlos para asegurarse de que aún funcionan en la organización. Si no es así, habrá que replantear hacia dónde quiere ir la empresa e indagar en cada uno de sus miembros para detectar cuáles son los valores que aún siguen vigentes.
2
Establecer objetivos
Si bien la cultura de empresa es algo dinámico que se va formando con las personas que componen la organización, hay que saber cuál es la cultura de marca ideal para cada tipo de empresa. Para ello hay que definir hasta el más mínimo detalle, como la interacción de los gerentes con sus empleados, las dinámicas de las reuniones, los espacios de trabajo ya sean creativos o individualizados, y todo lo que tenga que ver con el funcionamiento interno.
3
Revisar la cultura actual
Una vez definida una cultura de marca ideal, hay que averiguar qué tan lejos se está de ella. Aquí analizamos la empresa y determinamos qué tipo de cultura organizacional sigue actualmente, estudiando los elementos existentes, o la falta de ellos, que impiden una cultura empresarial sólida. La comunicación, el compromiso, la transparencia, las oportunidades de crecimiento, la motivación son alguno de los factores que hay que prestarle atención para entender la propia cultura.
4
Establecer un plan
Una vez identificadas las áreas de mejora de la empresa, se desarrolla una estrategia para transformar su cultura progresivamente. Aquí se establece un cronograma con acciones concretas: formaciones en el área directiva sobre liderazgo y relación con el equipo, formaciones en el área de RRHH para definir valores, organización de eventos, acciones de feedback entre empleados y se pueden establecer beneficios y recompensas para quienes promuevan esta nueva cultura de marca.
5
Evaluar el progreso
Por último, para asegurarnos que la estrategia sea exitosa hay que evaluar el progreso del plan mientras se lleva a cabo. Observando con metodología, solicitando comentarios a del equipo con encuestas personales o anónimas y viendo cómo se refleja esto en la comunicación externa, el posicionamiento y las ventas.
FAQS
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¿Cómo saber cuándo cambiar la cultura?
La cultura de una organización es como el viento, no se puede ver, pero su efecto se puede sentir. Cuando sopla en nuestra dirección es fácil, pero cuando sopla en contra es imposible. Nuestro deber aquí es saber cuándo nuestra empresa está yendo en contra de lo que establecimos como valores fundamentales y empezar a indagar con encuestas, valoraciones y observación metodológica para saber si los empleados siguen alineados o hay que hacer una intervención.
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¿Es necesario cambiar la cultura de marca para posicionarse?
El posicionamiento de una marca busca la identificación y diferenciación con respecto de la competencia. Un producto o servicio es fácilmente copiable, pero el conocimiento, la experiencia y el talento de las personas que forman una organización son mucho más difíciles de copiar. Podríamos decir que los comportamientos, la personalidad y la competencia de una compañía configuran en sí mismo la extensión de su estrategia de posicionamiento.
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¿Cómo ayuda la cultura de marca en la venta?
Tanto el posicionamiento como la cultura afectan directamente en la decisión final de compra. Los clientes no se sienten atraídos simplemente por los atributos del producto, sino porque esos atributos, junto a la imagen de marca, el servicio, la actitud de sus empleados y muchos otros factores, crean un todo atractivo. Un todo que ni siquiera el cliente sabe o puede decir que quiere, más bien se trata de un todo intangible que se traduce en una percepción positiva y el aumento de ventas.
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¿Cuánto tarda un cambio de cultura?
Un cambio de cultura no ocurre de la noche a la mañana. Los comportamientos están profundamente arraigados en las personas y mover a los empleados hacia otra visión requiere esfuerzo y una comprensión de lo que motiva a las personas a cambiar. Por eso se establece un plan estratégico a largo plazo que vaya mejorando progresivamente y sea dinámico para adaptarse a las reacciones y las nuevas situaciones.
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